Etapa Roncesvalles-Zubiri

Aqui os dejo una breve descripción de una de las etapasmás bonitas del Camino de Santiago

Etapa Roncesvalles-Zubiri

Aqui os dejo una breve descripción de una de las etapasmás bonitas del Camino de Santiago

Salida de Roncesvalles

Descendiendo del puerto de Ibañeta, para aquellos peregrinos que proceden de Francia, se llega a Roncesvalles o «Valle de los Espinos», lugar muy emblemático en el camino de Santiago, punto de partida de la ruta de las estrellas y que ha sido testigo de grandes acontecimientos a lo largo de su dilatada historia.

La inmensa mayoría de los peregrinos parten de Roncesvalles, después de haber pernoctado en su albergue y de haber asistido, a las ocho de la tarde del día anterior, a la misa de peregrinos. Tanto para los que son creyentes como para los que no lo son, resulta emotivo y extraordinario escuchar los cánticos de los canónigos entre las piedras góticas de la Iglesia.

Al clarear la mañana se deja atrás el monasterio por una llana senda, que discurre paralela a la carretera, rodeados de toda suerte de vegetación (pinos, hayas, abedules). Resulta tan agradable que es un auténtico regalo para el peregrino.

Sin darnos cuenta se alcanza Burguete, se atraviesa por su calle principal y al llegar a las oficinas de un banco se tuerce a la derecha para tomar una pista de tierra que suavemente nos conduce hasta Espinal/Aurizberri.

Ya hemos recorrido 6’5 kilómetros aproximadamente. A la salida de Espinal se toma un camino a la izquierda que va directamente al Alto de Mezkiritz, donde una lápida señala: «Aquí se reza una salve a Nuestra Señora de Roncesvalles». Se cruza la carretera y se desciende por una angosta y pendiente senda que, alternando con el asfalto, nos lleva a Biscarreta/Guerendiain.

Nada más cruzar dicha localidad, una encrucijada de caminos hace dudar al peregrino, pero la flecha amarilla señala claramente el del centro, el cual nos llevará rápidamente a Lintzoain, que se encuentra a dos kilómetros, para, a continuación y del mismo modo, llegar a la población de Erro.

Subida a el Alto de Erro

Un fuerte ascenso por pleno bosque, será necesario superar para alcanzar el mítico Alto de Erro, pero merecerá la pena. El peregrino, a través de la frondosidad de su vegetación, se sumerge en el medievo y con cada pisada siente el caminar de sus predecesores desde siglos atrás. Antes de alcanzar la cima, una gran piedra y otras dos más pequeñas, justamente a la derecha, marcan, según la leyenda, el tamaño del paso de Roldán, de su mujer y de su hijo.

Descenso hasta Zubiri

Se cruza la carretera por última vez y desde ahí se inicia el descenso por una senda pedregosa hasta Zubiri (4 kilómetros aproximadamente), pero antes y en plena cresta de la montaña, tendremos ocasión de contemplar los ruinas de la antigua Venta del Puerto, posada que fue de peregrinos y caminantes. Tras el portillo de Agorreta, que surge entre el bojedal, comienza la bajada (puede haber barro). El tramo final es un tobogán a través de un pinar. ¡Por fin vemos Zubiri!. Si nos dirigimos al albergue Zaldiko, cruzar el puente y andar unos 25 metros sin desviar la marcha.

Salida de Roncesvalles

Descendiendo del puerto de Ibañeta, para aquellos peregrinos que proceden de Francia, se llega a Roncesvalles o «Valle de los Espinos», lugar muy emblemático en el camino de Santiago, punto de partida de la ruta de las estrellas y que ha sido testigo de grandes acontecimientos a lo largo de su dilatada historia.

La inmensa mayoría de los peregrinos parten de Roncesvalles, después de haber pernoctado en su albergue y de haber asistido, a las ocho de la tarde del día anterior, a la misa de peregrinos. Tanto para los que son creyentes como para los que no lo son, resulta emotivo y extraordinario escuchar los cánticos de los canónigos entre las piedras góticas de la Iglesia.

Al clarear la mañana se deja atrás el monasterio por una llana senda, que discurre paralela a la carretera, rodeados de toda suerte de vegetación (pinos, hayas, abedules). Resulta tan agradable que es un auténtico regalo para el peregrino.

Sin darnos cuenta se alcanza Burguete, se atraviesa por su calle principal y al llegar a las oficinas de un banco se tuerce a la derecha para tomar una pista de tierra que suavemente nos conduce hasta Espinal/Aurizberri.

Ya hemos recorrido 6’5 kilómetros aproximadamente. A la salida de Espinal se toma un camino a la izquierda que va directamente al Alto de Mezkiritz, donde una lápida señala: «Aquí se reza una salve a Nuestra Señora de Roncesvalles». Se cruza la carretera y se desciende por una angosta y pendiente senda que, alternando con el asfalto, nos lleva a Biscarreta/Guerendiain.

Nada más cruzar dicha localidad, una encrucijada de caminos hace dudar al peregrino, pero la flecha amarilla señala claramente el del centro, el cual nos llevará rápidamente a Lintzoain, que se encuentra a dos kilómetros, para, a continuación y del mismo modo, llegar a la población de Erro.

Subida a el Alto de Erro

Un fuerte ascenso por pleno bosque, será necesario superar para alcanzar el mítico Alto de Erro, pero merecerá la pena. El peregrino, a través de la frondosidad de su vegetación, se sumerge en el medievo y con cada pisada siente el caminar de sus predecesores desde siglos atrás. Antes de alcanzar la cima, una gran piedra y otras dos más pequeñas, justamente a la derecha, marcan, según la leyenda, el tamaño del paso de Roldán, de su mujer y de su hijo.

Descenso hasta Zubiri

Se cruza la carretera por última vez y desde ahí se inicia el descenso por una senda pedregosa hasta Zubiri (4 kilómetros aproximadamente), pero antes y en plena cresta de la montaña, tendremos ocasión de contemplar los ruinas de la antigua Venta del Puerto, posada que fue de peregrinos y caminantes. Tras el portillo de Agorreta, que surge entre el bojedal, comienza la bajada (puede haber barro). El tramo final es un tobogán a través de un pinar. ¡Por fin vemos Zubiri!. Si nos dirigimos al albergue Zaldiko, cruzar el puente y andar unos 25 metros sin desviar la marcha.